El libro de Eclesiastés (en la Biblia) nos da experiencias del Rey Salomón cuando intentaba buscar felicidad “debajo del sol.” La frase “debajo del sol” sencillamente explica que Salomón estaba tratando de encontrar felicidad aquí en la tierra, debajo del sol, apartado de Dios. Vamos a examinar algunas de las cosas que Salomón intentó, y que encontró inadecuados, en su búsqueda de la felicidad.
1. Salomón Intentó Lujos
Salomón primero pensó que las cosas materiales de la vida podrían llenar el vacío en su alma. Por lo tanto se dedicó a comprar posesiones, con la esperanza de llenar el anhelo de su corazón. Él llenó sus cofres y construyó sus propios graneros vultuosos. Su riqueza era inmensa; su palacio era magnífico; su casa era inmensa. Si él quería construir algo, él lo construía. Si él quería hacer cualquier cosa, él lo hacía. Lea Eclesiastés 2.4-11. Si algún hombre podía haber encontrado placeres permanentes en las cosas materiales, el Rey Salomón hubiera sido ese hombre.
¿Acaso todo este materialismo y riqueza hizo feliz a Salomón? ¿Llenó el dolor y vacío de su corazón? Escucha sus propias palabras en Eclesiastés 2.11, “Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, . . . y he aquí, todo era vanidad y angustia de espíritu.” La felicidad no se puede encontrar con lujos ni en cosas materiales.
2. Salomón Intentó Dedicarse Al Aprendizaje
Cuando el Rey Salomón descubrió que la prosperidad material no le daba paz, él se tornó a otra carrera. Él se dedicó a adquirir conocimiento, con la esperanza de sofocar la monotonía que le persiguió en su temprana edad. Lea Eclesiastés 1.17-18.
Salomón logró ser un estudiante prolífico. Un estudio cuidadoso del libro de Proverbios revela la comprensión que alcanzó la mente de este hombre. Él sabia del ambiente de las bestias del campo; Él entendió la naturaleza del vuelo de las aves en el aire; Él conoció las costumbres de los peces en el mar. Salomón trabajó hasta altas horas de la noche. Él se llenó de todo conocimiento, pero ni aun esto le trajo paz ni felicidad. Una educación académica formal requiere y proporciona preparación para muchos trabajos en la vida, pero el entrenamiento de la mente no te asegura paz en el corazón. Así que, en la búsqueda de la felicidad, encontramos que el conocimiento no es la respuesta.
3. Salomón Probó las Bebidas Embriagantes
Después de descubrir que ni en el lujo ni los estudios podrían satisfacer la necesidad más profunda de su alma, Salomón se tornó a las bebidas embriagantes. Él pensó que quizás en el vino, él podría encontrar la respuesta a los problemas de la vida. Lea Eclesiastés 2.3 en la Biblia. Siendo un hombre de riqueza, Salomón ordenó las mejores bebidas que en aquel tiempo se podrían producir, pero pronto descubrió (como muchos otros desde ese entonces) que “El vino es escarnecedor, la cerveza alborotadora; y cualquiera que por ello errare, no será sabio.” (Proverbios 20.1).
Las bebidas embriagantes nunca traerán satisfacción permanente. Uno que está bajo la influencia del alcohol (por un tiempo corto) es transportado fuera de la realidad verdadera a la tierra de la imaginación y allí por un tiempo corto te ríes de tus problemas, pero cuando el efecto se va, regresas nuevamente a dónde estabas. Las bebidas embriagantes no son una buena manera de intentar de resolver los problemas de la vida.
4. Salomón Intentó Lujuria
Salomón no encontró solución con la monotonía de los lujos, las bebidas embriagantes, ni en el conocimiento, así que se tornó a la lujuria. Se casó con 700 mujeres y tuvo 300 concubinas (vea 1 Reyes 11.1-3). Si alguno tiene envidia de Salomón y sus 700 esposas, ten en mente que esto significo 700 cumpleaños para recordar, y ciertamente muchos problemas con los suegros. Por esta razón Salomón concluyó en (Eclesiastés 7.26) “Y yo he hallado más amarga que la muerte la mujer, la cual es redes, y lazos su corazón; sus manos como ligaduras.” Así que con esto vemos que la lujuria hacia muchas mujeres extrañas no satisficieron el vacío en el corazón de Salomón.
Algunas personas parecen pensar que encontrar a otra pareja y formar un nuevo matrimonio traerá felicidad en la vida, pero en casi todos los casos el nuevo matrimonio es menos que ideal. Otros buscan experiencias sexuales con una variedad de personas, pero la culpa, y el peligro de contraer SIDA, y la decepción que damos a Dios por este tipo de conducta nunca nos llevará a la felicidad.
5. Salomón Se Vuelve A Dios
El mensaje de la Biblia es que sin Dios la vida está llena de preocupaciones y desilusiones. El Rey Salomón fue obsequiado con uno de los mejores intelectos; fue una persona muy versada en los asuntos de la vida humana; y fue alimentado con lo mejor que este mundo pudo producir. Aun así, él no alcanzó la paz que cada corazón humano desea. No hay nada debajo del sol que pueda satisfacer permanentemente esa sed que tiene el corazón. Salomón aprendió que la vida con todas sus experiencias está vacía como tratando de agarrar con las manos el viento, si vives la vida sin Dios.
Pero Salomón no dejó que el asunto permaneciera con la búsqueda de la felicidad en los lujos, el conocimiento y en otras cosas mundanas. Él se tornó a Dios. Él dice, “Con todo yo también sé que los que a Dios temen tendrán bien” (Eclesiastés 8.12). Es en vano buscar felicidad debajo del sol. En su lugar, debemos temer a Dios, y acordarnos de nuestro Creador y servirle, porque Él traerá todas nuestras obras al juicio final. Sabemos que en la Biblia se nos dice que Dios ama a cada uno de nosotros, y que Él envió a Jesús a morir en nuestro lugar para que seamos librados de la paga del pecado y así obtener vida eterna (Juan 3.16). Jesús está dispuesto a entrar en nuestras vidas si le abres la puerta de tu corazón (Apocalipsis 3.20). ¿Por qué no le entregas tu corazón a Jesucristo hoy? Él dice que todos los que vienen a Él, no les echa fuera (Juan 6.37).